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09/07/2025El 8 de noviembre de 1993 compraba una pulidora de banda, no era otra que una nueva y verde Lägler Hummel con su correspondiente orillera, una pequeña pero matona Elan. 31 años después, justo el año en que su creador Eugen Lägler cumple 100 años, ya no la tengo. Sirva este capítulo de “La Pulidora”, el podcast donde cada semana hablo de parquets y que pertenece a la plataforma del parquet Infoparquet.com
Como homenaje a esta incansable compañera de oficio. Hoy quiero contarte sus bondades, sus defectos y cómo ha evolucionado desde que Eugen la lanzó al mercado como la máquina definitiva para los parquetistas en 1969, una máquina que llegaría a España para competir con glorias de tambor como las Joya, que tendrán su propio podcast. Y no vengo solo: algunos compañeros han querido, perdiendo un poco de su tiempo en estos días de mucho trabajo, contarnos sus experiencias con este icono del oficio.
Prepárate porque encendemos la Hummel y comienza La Pulidora
Historia de Eugen Lagler
La historia de la Hummel empieza mucho antes de ser creada. En un pueblo de la Alemania profunda, nacía en 1925 Eugen Lägler, en Frauenzimmern. Aprendió el oficio de cerrajero, fue a la Segunda Guerra Mundial de la que sobrevivió, y trabajó de herrero hasta que en 1956 creó su empresa de máquinas de pulir, llamada, como no podía ser de otra manera, como él.
Antes de la Hummel, inventó y comercializó varias pulidoras. La primera propia fue la ELF, cuyo nombre proviene de sus iniciales y su pueblo de nacimiento (Eugen Lägler Frauenzimmern). Le siguieron otros modelos, hasta llegar a los primeros ejemplares de la exitosa Hummel en 1969. De ahí en adelante, todo fueron éxitos en parte gracias a esta gran máquina.
Enlace a la historia de Lagler que publique en el capitulo 43
Caracteristicas de la Hummel
La Hummel desde su nacimiento hasta nuestros días apenas ha cambiado. Si le han hecho mejoras y adaptado accesorios, su motor y su bloke son prácticamente los mismos.
Es robusta, dura, de hierro; eso nos lo dicen sus casi 80 kg y su potente motor de 2,2 caballos. Por cierto, tenemos dos versiones: la monofásica y la Superhummel de motor trifásico de 2,9 caballos.
Utiliza las que en su día fueron novedosas bandas de 200 milímetros, en las que cambiar la lija se hace en un minuto, lejos de las aparatosas lijas de rollo.
Tiene tres posiciones de tensado, y el rodillo se maneja suavemente gracias a su mango ergonómico, uno de los puntos que han mejorado con los años.
Y hablando de cambios y mejoras, la verdad es que poco más: mejores ruedas, tambor para el fresado de restos de adhesivos, y lo demás son mejoras con accesorios, como el foco o su nuevo agarradero de metal con la inscripción de 100 años que me parece preciosa
Tiene como otros accesorios imprescindibles un cinturón para dominarla con la cadera y no llegar al final del día con los brazos destrozados, y para su transporte unas ruedas que han rediseñado para evitar que la bestia se desajuste.
Mi historia con la hummel
Como os decía en la intro, en 1993 decidimos empezar por nuestra cuenta a instalar parquets y a pulir y barnizar. Aunque anteriormente había visto de lejos otras pulidoras como las Joya y alguna Kuzle Tasin, en su distribuidor Comercial Orch, que por entonces estaba en la calle Gayarre 72 de Barcelona, compramos una unidad de Hummel junto con una Elan, una pequeña pero matona orillera. Nos costaron en total 768.000 pesetas de la época. Incluiré la factura en las notas: Elan 131.000, Hummel 520.000. La pagamos en tres veces y la financiación sumó 17.000 pesetas más el IVA de aquella época (15%), totalizando 768.200 pesetillas.
Actualmente la pulidora sola ya vale casi 6000 euros más impuestos, estamos hablando de bastante más de un millón de las antiguas pesetas, aunque ahora mismo, por el centenario de Eugen, el fabricante está haciendo un descuento de 1000 euros, hasta el 31 de agosto de 2025.
En aquellos años, Comercial ORCH era el distribuidor para Barcelona, pero un día cerró y nos quedamos durante bastante tiempo sin ninguna empresa que nos vendiera los recambios y reparara nuestras máquinas. Yo llegué incluso a comprar directamente a Lagler Alemania para poder cambiar piezas. Por suerte, hace unos años esto cambió y ya tenemos distribuidores en Cataluña y en España con reparación y recambios sin problema.
La Hummel es grande y pesada pero se puede desmontar más o menos fácilmente. Nosotros al principio la desmontábamos: motor por un lado, cuerpo y brazo por otro, para meterla en el maletero de un Ford Fiesta de la época. Incluso recuerdo que no teníamos ni almacén y la subíamos a casa, un segundo piso sin ascensor.
Cuentan los parquetistas de la vieja escuela que si sabes llevar una Hummel sabes llevar cualquier pulidora rotativa actual. Durante muchos días, te diría años, me dediqué a mirar cómo la manejaba mi tío. Aguantándole el cable, me fijaba cómo lo hacía él día tras día. A veces me la dejaba, pero poco rato; mi faena estaba más en hacer orillas con la Elan. Si eres parquetista y has utilizado la Elan, sabrás lo que era esa pequeña bestia, pero volvamos a la Hummel…
Pero el día llegó y tenía tan interiorizado cómo se manejaba, cuándo había que levantar el rodillo y cambiar de dirección para no dejar una marca en la madera, que no tuve mucha dificultad en hacer mi primera obra con ella. Poco a poco, era un comedor y quedó bastante bien. Empezó entonces mi verdadera historia con la Hummel y el parquet; ya me sentía parquetista.
En los 31 años que la he tenido no ha sufrido averías graves, solo cambio del rodillo, ruedas, limpieza y el cable de la caja eléctrica. No está nada mal para esta veterana.
Sin duda se ha convertido en la máquina de referencia de los profesionales. Tiene un sonido característico, dicen que de avispa, que cuando un parquetista va por la calle y la oye, sabe que ese parquet lo está puliendo un profesional.
Pero por desgracia me he tenido que despedir de ella y estoy seguro que a su nuevo dueño le dará muchísimas satisfacciones.
Que dicen los parquetistas
Y para terminar este capítulo tan especial para mí, he preguntado a varios parquetistas que me cuenten cosas de la Hummel: sus mejores recuerdos, cómo empezaron, lo que destacan y qué defectos le ven a la Lägler Hummel.
Empezamos con un parquetista al que aprecio mucho y que sabe mucho de este oficio, Toni Álvarez de Parkintex, a quien hemos tenido otras veces en La Pulidora.
Paco Guardo de Parquets Guardo en Cantabria, uno de los pocos parquetistas que quedan de la vieja escuela que no tiene una, sino dos Hummels, por lo que las conoce perfectamente.
Y por último un parquetista valenciano al que aún no conozco personalmente pero que seguro que lo haré, gran profesional y que ama nuestro oficio: José Luis de JL Parquet.
Y ahora por último me toca a mí. Mi mejor recuerdo sin duda con la Hummel es cerrar los ojos y ver a mi tío llevándola magistralmente.
Destacar como cualidad su dureza: ya le puedes exigir lo que quieras, que aguanta.
Y como pero o algo que cambiaría: accesorios para conectarle sistemas de aspiración y poco más.
Quiero agradecer a todos los que han compartido sus historias y experiencias con la Lägler Hummel en este capítulo. Esta máquina no es solo una herramienta, sino un símbolo de nuestro oficio que ha dejado huella en generaciones de parquetistas.
Si tienes alguna historia con tu Hummel que quieras compartir, te invito a que me escribas o dejes un comentario. Me encantaría conocer más experiencias con esta legendaria pulidora.
Y como siempre, si te ha gustado este podcast, no olvides suscribirte, compartirlo y dejar tu valoración. Recuerda que puedes encontrar más información sobre parquet en Infoparquet.com, donde cada semana publicamos nuevos contenidos.
Y hasta aquí este podcast homenaje a mi Lägler Hummel, sin duda una de las mejores pulidoras, si no la mejor. Espero algún día poder volver a trabajar con una.
Soy Juan Carlos Muñoz Oliva, y esto ha sido “La Pulidora”. ¡Nos escuchamos en el próximo episodio!
1 Comments
Me ha gustado mucho, casi todos coincidimos en las opiniones, sacarán nuevas máquinas orbitales reconozco que para terminaciones son insuperables pero si quieres rapidez y comer madera siempre lleva una hummel a la obra……